Ser mujer requiere fuerza valor y coraje.
Qué significa ser mujer para mí.
Recuerdo una noche cuando era chica: habíamos ido a cenar con mis padres y mis abuelos. Yo realicé una pregunta que asombró a los mayores y los hizo reír mucho: “¿Por qué las mujeres llevan cartera si son los hombres los que pagan?” No sé qué edad tendría, asumo que bastante pequeña. Esa anécdota retorna a mi hoy, en el Día Internacional de la Mujer. Día que en las redes sociales se dividen entre los que festejan y regalan imágenes de flores y los que recuerdan el por qué de la conmemoración: la lucha por los derechos.
Esa pregunta me remonta a esa inocencia en la cual somos capaces de cuestionarnos todo. Capacidad que no debería perderse nunca. Los niños muchas veces nos acorralan contra la verdad y nos hacen replantearnos las bases sobre las que descansamos, hacen que abramos los ojos ante una realidad que emborracha los sentidos pero que luego, en muchos casos, nos vuelve a arrullar hasta dormirnos y olvidar quienes somos.
¿Por qué los hombres pagan las cuentas..o solían hacerlo mas seguido en otras épocas? Ellos ostentaban el poder de tener el dinero, aspecto que dejaba en muchos casos a la mujer, como único camino, el seguir en una relación aún sin quererlo por no tener una solvencia económica. Aún esto sigue sucediendo, y mucho.
Pero mas allá de la pregunta inicial hay otra escondida…¿las mujeres fuimos en alguna época un adorno cual cartera, para llevar, para mostrar y lucir frente a las amistades? ¿Eso cambio? ¿Están usted y su cónyuge hablando lo suficiente de dinero?
Pasaron 30 o más años (no sabría con exactitud) desde mi interrogante y, si bien han cambiado muchas cosas desde entonces, hay cuestiones que siguen rondando en mi cabeza. Pienso que, si escucháramos más a los niños, se nos abriría la cabeza y podríamos crear cosas asombrosas. Contribuir a que esa voz genuina y poderosa de los niños no se apague es uno de mis objetivos como mujer.
Por suerte, siguiendo la historia, no me quedé con la imagen de la cartera, ya que mi madre se encargó de demostrarme que no era alguien que llevaba un bolso sin objetivo más que el adorno sino que fue y es un ejemplo de fuerza y empuje, de valores humanos siempre aflorando en cada instancia de la vida, inculcando a sus hijos la importancia de valorar a todo ser humano, de pelear por lo que uno quiere, de comprender y mirar al otro con sus falencias, a entender que todos somos humanos y comprender la fragilidad que podemos tener en un momento determinado. Podría seguir hablando de ella, ya que aprendí mucho más, pero eso lo dejo para otro momento.
Mi bisabuela fue una mujer anarquista que a principios de siglo decidió dedicarse a la lucha femenina, dejando a los hijos al cuidado del hombre. Otra de mis bisabuelas se separó de su marido, siendo muy inusual en su época: Imagino que debe haber sido muy difícil y muy valiente tomar esa decisión. Me hubiera gustado conocer más de sus historias, de sus luchas diarias, de sus victorias y fracasos.
Mi abuela me enseñó que el amor puede ser gigante pero a veces teñirse de mucho dolor, y que callar repercute en el cuerpo y en el alma. Es posible ser incondicional, aunque a veces sea un arma de doble filo.
Mi tía abuela me enseñó que el amor para toda la vida existe, que la dulzura y la ternura de pareja, el ser compañeros, el darse de la mano, el estar ahí para el otro es posible a cualquier edad.
Las historias de las mujeres que nos han precedido nos atraviesan y puedo decir que para mi ser mujer significa muchas cosas: luchar a pesar de las desigualdades, buscar la dignidad por encima de todo, que mas allá de la maternidad y de la pareja o de ser exitosas socialmente, podemos sentirnos completas.
Por otra parte, mi hermana me enseñó a no dejar que los miedos entorpezcan el camino, a poder sonreír y decir que, si hay una voz interna que te dice que no puedes pintar, como dijo Van Gogh, de todos modos pinta y esa voz se callará.
Mis amigas, de todas y cada una aprendo día a día y estoy orgullosa de caminar cerca de ellas. Son ese bálsamo en momentos difíciles, ese agua fresca en medio del desierto y me hace feliz que eso sea recíproco, o al menos eso intento siempre.
De mi hija aprendo a que siempre hay motivos para una sonrisa, a que sus inquietudes son importantes y su sentir valioso, a que la alegría nos ayuda a transitar cada momento a que su sonrisa y ocurrencias son todo lo que necesito para decir que la vida vale la pena. Que el movimiento es vida, y que un juego es una oportunidad para descubrir qué sucede dentro de su cabecita. Gracias a ella comprendí que soy humana, no intentaré ser perfecta para ella pero si la mejor madre que pueda ser.
Las mujeres que me acompañan en este camino..todas han tenido sus luchas, sus momentos en los que han logrado empoderarse, sacarse de encima los miedos y fantasmas y seguir adelante. Porque todas hemos llorado a escondidas en el baño, nos hemos secado las lágrimas y hemos decidido seguir peleando desde nuestro lugar, desde nuestro poder humano, soñando con que algo mejor es posible.
Ser mujer significa en lo personal una vuelta a los orígenes: a amarme tal cual soy, a comprender que desde niñas es importante que se nos inculque que los príncipes no existen, que el amor propio es el sostén de nuestra felicidad, el rebelarse ante las imposiciones de un cuerpo perfecto, a poder decir: todas somos bellas y diferentes, iguales y únicas. Significa desmontar la parafernalia cultural para decirle a mi hija que cuando transite su niñez y adolescencia ahí estaré para alentarla a amar su cuerpo y todo su ser como algo valioso e irrepetible.
Ser mujer para mí, significa sentir en carne propia todas las injusticias, el dolor en carne viva, la impotencia ante la violencia y la admiración por esas luchadoras que deciden decir aquí estoy, aún a pesar de tantas voces que las vituperan.
Por eso, soy optimista aún cuando la vida se empeñe en que sienta lo contrario y siento que unidas podremos llegar lejos, junto a los hombres hermosos, valientes que nos comprenden o se esfuerzan por comprendernos, que nos aman tal cual somos y que están dispuestos a demostrar que cuando el ser humano se une, aunque sea algo que parezca insignificante, se pueden hacer cosas para mejorar la realidad.
Para terminar, un hermoso video que me pasaron hoy por Whatsapp y que quiero compartir con ustedes.
Natalia Carter dice
M encantó tu artículo porque me puso a pensar en todas esas mujeres maravillosas que han pasado en mi vida.
marielisaob dice
A lo largo de la historia la mujer ha tenido -y aún continúa- haciendo frente a muchas injusticias, sin embargo, la mujer es fuerte, luchadora y tenaz y ha sabido salir hacia adelante por su bien y el de su familia.
Mayi Castillo dice
Muy bello tu articulo. Yo siempre he dicho que Dios nos hizo todo terreno, y a pesar de las adversidades por las que algunas hemos pasado, aqui seguimos en la lucha y sin rendirnos.