Los sueños se vuelven realidad en Disney World

Tengo 31 años, y desde que tenía 10, o tal vez menos, uno de mis sueños era conocer Disney World. 

De pequeña fui una niña muy imaginativa, vivía un poco en la realidad y otro poco en la fantasía, deliraba con historias de hadas, princesas, pero sobre todo con las historias llenas de magia, color, música y misterios. En ese momento veía a Disney World como el lugar para vivir lo más cercano a la realidad posible, todas las fantasías que sólo conseguía realizar en mi imaginación, en los libros y películas.

El tiempo pasó, tuve hijos y ya viviendo en este país, el país que aloja en sus tierras el mundo mágico que una de las mentes más sobresalientes del siglo 20 supo concretar y dejar como un valioso legado a la humanidad, el sueño parecía mucho más sencillo de materializarse.

Pero de todas maneras, los años comenzaron a pasar, la familia agrandarse y con ella las responsabilidades.

El año pasado no pude asistir a la conferencia Hispanicize que re realizó en Los Angeles, este año se llevaría cabo en Miami ¡y por nada del mundo me la perdería!, yo ya conocía Miami y me había encantado, entonces empecé a convencer a mi marido para que se animara y vinieran él y los niños conmigo, una vez que lo convencí, le dije ¿por que no aprovechamos y vamos a Disney World? 

Con su respuesta afirmativa, comenzamos a planear en secreto la sorpresa para nuestros hijos, que como dice el dicho “de tal palo, tal astilla”, la niña vive en su mundo de princesas, el del medio en su mundo de dragones, dinosaurios, extraterrestres y seres imaginarios, y el más grande es un dulce que le encanta descubrir y conocer lugares.

Y como si hasta el momento no fuera suficiente la alegría de todo lo que nos esperaba, mientras preparaba mi sesión y viaje a la conferencia, recibo la noticia que todos los asistentes a la misma recibirían ¡¡entradas gratuitas a Disney!!! ya que Disney World Parks, fue uno de los principales patrocinadores de la misma. Con semejante noticia, parecía que todo cerraba, uno pone la energía y las cosas se dan.

Los sueños se vuelven realidad, tan sólo hay que creer en ellos

Al terminar la conferencia, nos tomamos un bus, de los que te pasen a buscar por el hotel, y emprendimos nuestro camino hacia Orlando, sería una visita flash de 2 días y medio, pero estabamos seguros que aprovecharíamos intensamente.

Elegimos el parque Magic Kingdom, por varias razones, primero porque es el que tiene el emblemático castillo de las princesas, segundo porque es el recomendado para los niños pequeños, en las edades de mis hijos, y es el recomendado por los shows de fuegos artificiales y luces a la noche.

¡Que comiencen los recuerdos!!

Esta es el eslogan del parque y realmente es así, no pude evitar emocionarme al entrar y varias veces al estar allí. Es como ingresar en varios cuentos a la misma vez, además la euforia que viven los niños no tiene precio. Es tan emocionante ver como ellos disfrutan y la vez uno vuelve a ser un niño junto con ellos.

¿Qué me gusto del parque? Todo y como no puedo contarte todo porque necesitaría varios días, a continuación te dejo una lista de lo que más me gustó como mamá y mi experiencia con algunas cosas que me inquietaban del parque:

La organización: Todo está perfectamente organizado, desde que ingresas un pie en el complejo, hay personas que te guían, tranquilos, amables y corteses.

Las famosas colas de espera: Si bien es verdad que hay mucha gente y para entrar a las atracciones hay colas largas, en la puerta de cada una de las mismas hay un cartel que indica el tiempo de espera, en mi experiencia, en la mayoría era entre 10 y 25 minutos, cuando veíamos que era más, algunas tenían cola de 1 hora, entonces sacabamos el “fast pass” que te da dos horas posibles para ingresar directamente sin hacer la fila.

Gastar una fortuna de dinero: Otro de mis temores era gastar dinero en exceso, tenía la idea de que mis hijos comenzarían a pedir de todo, y terminaríamos o aguantando llantos o comprando por ejemplo un vasito de Mickey, el mismo que venden a $1 en la tienda de mi ciudad, a $35.

¡Pues no es así!!!!! Primero que con tu entrada tienes absolutamente TODAS las atracciones incluídas y si quieres subir 1 millón de veces a la misma lo puedes hacer sin tener que pagar extra. 

Nadie está encima tuyo ni de los niños ofreciendo nada ni vendiendo nada, por lo general los “gifts shops” o tiendas de regalos, están a la salida de los entretenimientos, pero mis niños estaban tan contentos con lo que acababan de vivir, que se entusiasmaban en el próximo juego al que se subirían y no le prestaban atención a los juguetes.

Por otro lado, con mi marido estuvimos viendo los precios, ya que les queríamos comprar un recuerdo a cada uno, y vimos no sólo que los precios eran razonables, sino que incluso más baratos que en las tiendas que están afuera del parque. 

La comida: Nosotros nos llevamos almuerzo, unos sandwichs, frutas y agua. Por lo que pudimos ver la mayoría de las personas hacen lo mismo, y hay muchos lugares en los que te puedes sentar a descansar y comer algo. Pero a la noche cuando ya no teníamos comida, fuimos a un café y gastamos exactamente lo mismo que gastaríamos en cualquier cafetería de mi ciudad o de Maimi, hay muchísimos restaurantes, cafés, panaderías, heladerías, etc. para todos los gustos.

El resto se lo dejo a tu imaginación, pero te aseguro que Disney World es más de lo que te imaginas, realmente es un lugar de ensueños, una mini ciudad utópica, en la que todos están felices, alegres, bailando y riendo.

Ahora, nos quedan pendientes el resto de los parques, los sueños se cumplen y otros nuevos nacen ¡nunca dejes de soñar!! Los mismo son el alimento del alma.

¡Feliz Vida!

Aclaración:  Recibí entradas gratis al parque cortesía de Hispanicize y Disney Parks, sin embargo las opiniones enunciadas son totalmente honestas y sinceras.