“Te deseo música para que te ayude con las cargas de la vida y para ayudarte a liberar tu felicidad a los demás”. Ludving Van Beethoven
El otro día mi hija me preguntó los siguiente: Si te irías a una isla y te dieran para elegir entre internet o música ¿con cual te quedarías? Por supuesto que no tuve que pensarlo ¡Música! Fue mi respuesta inmediata. Y otra cita: “La vida sin la música es sencillamente un error, una fatiga, un exilio”. F. Nietszche. Entre tantas miles de frases sobre la música, ésta del filósofo alemán, es una de las que más me gusta. Porque así lo siento. Definitivamente que para mí, sin música esta vida sería absolutamente algo diferente. Es esta para mi, la creación más sublime del ser humano. Es el arte más fino y el que más disfruto. Ella educa, entretiene, eleva, inspira, la música te sostiene. Es el lenguaje universal. Un medio de expresión del ser humano que siempre ha existido y las maravillas que se han creado con el paso del tiempo, son eternos legados.
Pero más allá de lo que nos hace sentir, la pasión que genera y el amor. La música tiene muchos beneficios, para todo el mundo y para los niños cuantos más. Algunos de ustedes saben que estudié Maestra de Danzas y Música para niños en escuela primaria. Durante mi formación como docente, aprendí sobre cómo ayuda a los niños a:
- Adquirir destrezas de coordinación
- Desarrollar y mejorar la motricidad fina
- Mejorar la concentración
- Cultivar la disciplina (sobre todo cuando se estudia un instrumento)
- Desarrollar o mejorar el procesamiento de planteos matemáticos
- Estimular la creatividad
- Desarrollar la capacidad de expresión (tan importante padres!)
- Mejorar estados de ánimos, felicidad
- Mejor desenvolvimiento en el aprendizaje de lecto-escritura.
- Cultivar la paciencia y la capacidad de aprender a respetar los tiempos (propios y de los demás)
Sólo por mencionar algunos, porque realmente podríamos llenar unas cuantas páginas sobre los beneficios que aporta a los niños. Mi hija durante el año pasado estuvo haciendo coro, Gabriel en algún momento aprendió algo de guitarra y también Gaspar, siempre con las ganas de aprender más. En los 5 años que duró mi formación como docente (muchisímos más practicando por mi propia cuenta en institutos, grupos, etc ) aprendí no solo a enseñar, sino a amar este arte desde otro punto de vista, más allá de lo instintivo, emocional y pasional, eso que me genera que es tan profundo y hermoso que no se puede poner en palabras, sino también desde lo intelectual, la teoría, la historia. Y yo no era una niña, era adolescente. Siempre dije que mis años en la escuela de arte, fueron de los mejores de mi vida. Fui inmensamente feliz. Por eso afirmo, no es una creencia, es una realidad, no importa cuantos años tengas, o tengan tus hijos. Nunca es tarde para aprender. Y la música es puro beneficios. Para todos. Grandes, niños, adolescentes, personas con necesidades especiales, los aportes maravillosos que sumará a tu vida son muchos.
Mi marido es músico. De esos músicos natos. Cualquier instrumento que agarra, le saca música. Y siempre me dice que no hay que forzar a los niños a aprender un instrumento que no quieren, que hay que dejarlos explorar, tal vez probar y descubrir por ellos mismos cual es el indicado para ellos. Ahora que las vacaciones de verano ya van terminando y nos vamos organizando para que los niños regresen a la escuela, es un buen momento para considerar el aprendizaje de algún instrumento musical como actividad extraescolar o de reparar, mejorar o actualizarlos si es que ya tenemos.
Para ello, les recomiendo Music & Arts es una tienda única para estudiantes, padres y educadores por igual. Con más de 180 tiendas de música en todo el país y más de 130,000 productos en MusicArts.com. También cuenta con el Programa de alquiler de instrumentos más grande del país; prestando servicios a escuelas y padres. Los instrumentos también se pueden alquilar online.
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Según Eliot Eisner, profesor de Arte y Educación de la Universidad de Stanford, la música ayuda a desarrollar un juicio crítico y la habilidad para crear cosas “bellas, expresivas y únicas” y, además, “proporciona a los jóvenes la posibilidad de trabajar con la ambigüedad y oportunidades para aprender a explorar lo que no está reglado, poniendo énfasis en lo bueno”.
Es maravilloso y es impagable lo que se siente al hacer música, ya sea cantando o tocando un instrumento. Nos permite disfrutar, volar con la imaginación, fundirse con ella y lograr expresar lo que palpita en lo más hondo de nuestra alma.
Hay muchas actividades que se pueden hacer: aprender un instrumento, ir a un coro son actividades muy estimulantes, que nos hacen sentir plenos y vivos. Lo esencial es que tener ganas, que no sea una imposición de los padres para realizarse a través de los hijos sin evaluar realmente cual es el verdadero interés de los pequeños. Si es así, las clases no llegaran a buen puerto. Es mejor no forzarlos, sino se conseguirá lo opuesto.
Feliz regreso a clases, a las actividades extraescolares y a seguir cultivando el amor por el arte. El arte, la música, es vida. Cómo leí algunas vez por ahí: “La música es vida, es por eso que nuestros corazones tienen latidos.”
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